El miedo cumple una tarea importante: supervivencia. Sin embargo, suele trasladarse cuando intentamos cosas nuevas, que nace de la presión social, desde una corta edad nos imponen excelencia y que tenemos que ser buenos en todo. Nos avergüenza mostrar poca capacidad o fracasar.
Esa es la pregunta que nos hicimos para resolver el problema del nuevo boliche de la ciudad. “Mucha gente que nunca ha jugado bolos, no viene por miedo a verse como inexpertos”.
Nuestro insight: celebremos a los que lo intentan, los que son malísimos al inicio, pero aun así se atreven. Ellos se merecen los aplausos.
Mercury sale a la calle para celebrar la libertad de intentar algo nuevo, en un ambiente donde nadie queda mal. Una bola que se sale de la pista se vuelve una lluvia de risas y aplausos ¡estamos intentando algo nuevo! No es una derrota, es una nueva experiencia, la libertad de no preocuparse por ser siempre el mejor.